El presente documento tiene por
objeto explicar de manera sencilla y utilizando terminología no técnica los
conceptos eficiencia energética, rendimiento de máquinas térmicas, etiqueta
energética…
El fin último es que el lector se
pueda hacer una idea clara acerca de lo que representa el etiquetado energético
de un equipo de expansión directa, cuantitativa, cualitativamente y en términos
económicos; teniendo así algo más de información a la hora de seleccionar un
equipo u otro.
Lo primero que se debe tener en
cuenta es que, de manera sencilla, un equipo de climatización no es más que un
dispositivo que se encarga de generar energía térmica (refrigeración o
calefacción) usando energía eléctrica. El equipo se va a encargar únicamente de
transformar esa energía eléctrica que consume en calor o frío.
Independientemente de lo complejo
de la tecnología utilizada y de los procesos en el interior del equipo, nos
vamos a encontrar con 2 variables muy sencillas que van a definir el comportamiento
del equipo.
-potencia eléctrica consumida: esta será la electricidad que estoy
tomando de la red. (la que me cobra “Iberdrola”)
-potencia térmica generada: después de todos los procesos en el
interior de la máquina, ésta es la energía que equipo “lanza” a los locales.
A ésta potencia térmica generada
se le llama Capacidad frigorífica y se define como: “la capacidad de
enfriamiento de un equipo medida en Kilowatios, funcionando en modo frío a
pleno rendimiento”. O bien, Capacidad calorífica que se define como: “la
capacidad de calefacción de un equipo medida en Kilowatios, funcionando en modo
calor a pleno rendimiento.”
NOTA:
tradicionalmente y así queda en los catálogos de algunos fabricantes la unidad
de medida no es el Kilowatio sino la famosa “Frigoría”. 1 Kw equivale a 0.86
frigorías.
La máquina térmica queda de esta
manera definida como una caja en la que entra electricidad y sale calor o frio.
Para comparar una máquina con
otra bastará evaluar cuánta energía térmica sale de la máquina por cada unidad
de energía eléctrica que consume.
Así se define:
EER (coeficiente de
eficiencia energética) es el ratio entre la capacidad frigorífica y el consumo de energía utilizado para
obtenerlo. Cuanto más alto es el EER, mejor rendimiento tendría la máquina.
En el ejemplo vemos cómo una
máquina utiliza 5Kw de electricidad para producir 11.5Kw de energía térmica y
la otra con esos mismos 5Kw es capaz de producir 13.5Kw. La máquina de la
derecha es más eficiente, tiene mejor EER.
De manera análoga para calefacción se define:
COP (coeficiente de
rendimiento) es el ratio entre la capacidad
calorífica y el consumo de energía utilizado para obtenerlo. Cuanto más
alto es el COP, mejor rendimiento tendría la máquina.
Una vez repasados los conceptos
de rendimiento de una máquina, el consumo, COP, EER… podemos explicar en qué se
basa el etiquetado energético, este etiquetado no es otra cosa que asignar una
letra a cada máquina en función de su COP o EER para hacer al usuario más
sencilla aún la comparación entre máquinas. Las letras se asignan siguiendo
estas tablas:
Y la etiqueta que se coloca sobre
el equipo debe tener el siguiente aspecto: