La calefacción por suelo radiante consiste básicamente en la emisión de calor por parte del agua que circula por los tubos embebidos en la placa de hormigón que conforma el suelo, con lo que conseguimos una superficie realmente amplia como elemento emisor de calor.
En invierno el agua recorre la tubería integrada en el suelo a un temperatura en torno a los 35 - 40ºC y aporta el calor necesario para lograr una temperatura de confort en la vivienda. Pero existe asimismo la interesante posibilidad de emplear una instalción de este tipo para conseguir una climatización integral que nos aporte calefacción duratne el invierno y que refresque el ambiente en el verano.
Así en verano el agua recorretá la instalación de tubos a unos 14-18ºC, absorviendo el exceso de calor del local y proporcionando un frescor agradable.
En las siguiente publicación (Suelo Radiante Refrescantes-parte II) hablaremos de los Componentes de la Instalción.
Fuente: El Instalador.
Una buena opción de calefacción.
ResponderEliminaraire acondicionado